domingo, 29 de julio de 2012

Healing

Proceso de cura, plenitud.

El Healing, que en inglés significa cura, es un arte milenario de conocimiento vinculado a la salud, a la espiritualidad, a la educación, al arte y al desenvolvimiento humano. Comprende cuatro bases esenciales de trabajo:


  • contacto con el cuerpo físico y el sutil, con sus raíces orgánicas y energéticas, anatómicas y fisiológicas, que forman un único campo con su atmósfera y su aura.
  • aperturas a otras dimensiones a partir del área de la individualidad, que es una cualidad que está en permanente cambio, valiéndose de la anatomía y fisiología human, como fuente de libertad, cambio e integración energética.
  • profunda vinculación con las creencias, este espacio sagrado de ligazón con las estructuras de espiritualidad de cada persona.
  • inclusión permanente de estructuras de polaridades verticales y horizontales, internas y externas.



El healing por lo tanto no es un abordaje estrictamente corporal y terapéutico, es en esencia un trabajo de auto desenvolvimiento, auto cuidado, y auto responsabilidad. Promueve el contacto entre las dimensiones de los cuerpos espiritual, mental astral, físico y etérico, de las personas, facilitando sus procesos de salud, educación y de creatividad.
Los sistemas de los centros de energía (chakras), meditación y ejercitación con circulación energética son utilizados como estructuras para la preparación y percepción directa y la expresión de potencialidades de cada individuo y su expresión espiritual a través del cuerpo.
El healing funciona como una estructura de soporte para conectar al ser humano como parte de un todo.
Este proceso genera una reflexión profunda en el desenvolvimiento de la conciencia individual, cultural y colectiva; y una expansión natural hacia una conciencia renovadora, progresiva e integrativa. Es un trabajo muy amplio, envuelve numerosas dimensiones que vamos captando de a poco.
El conocimiento va siendo construido a lo largo del proceso a partir de las experiencias que las personas van teniendo. Es un trabajo que se entiende más allá de la lógica, buscando asociar sentimientos, intuición y conocimiento científico. Es una practica muy antigua que existe desde que el ser humano comenzó a usar su conciencia para mover la energía. Está profundamente vinculado a la salud y a la espiritualidad y nos liga a diversas tradiciones y culturas.
Existen diversas formas de trabajar con healing. La metodología y sistematización que venimos experimentando fueron desarrolladas por Bob Moore, a lo largo de más de 30 años de estudios e investigación en el Center Psykisk, Dinamarca.
Isis da Silva Pristed y Karl Erik fueron parte de este trabajo y continuaron investigando y profundizando en San Salvador de Bahía, Brasil.
Como dijimos significa cura, no en el sentido de curar una dolencia física o síntoma, en este contexto tiene sentido de transformación, de cambio personal, de sentirse más íntegro o entero en un proceso de integración que envuelve varios niveles de ser.
Procuramos investigar, sentir el movimiento de la energía dentro del cuerpo físico y también fuer de él y de nuestro campo energético. Es un proceso profundamente personal, guiado por la individualidad de cada uno.
Lo que se busca es crear una apertura para que, naturalmente, la dimensión espiritual, ligada a nuestras cualidades esenciales, pueda penetrar e influenciar nuestras dimensiones más condicionadas y bloqueadas y se puede expresar a través del cuerpo físico, proporcionando un direccionamiento en la vida, para poder utilizar nuestra energía en forma productiva y creativa.
Lleva necesariamente a una transformación, a partir del contacto con la energía y el ingrso de ella a nuestras cualidades espirituales en el plano físico.
Esta penetración energética promueve una confrontación con nuestros patrones emocionales (ego) que limitan e impiden nuestro movimiento más libre.
Este proceso es importante porque nos ayuda a conocernos, liberando expectativas, proyecciones e imágenes. Asumir nuestras verdades es la base para que el contacto con nuestras dimensiones espirituales pueda tener lugar.
Durante el proceso intentamos mover las limitaciones emocionales, trabajando con puntos o áreas de energía en nuestro cuerpo físico y sutil. Esto posibilita traer a la conciencia nuestros bloqueos energéticos y emocionales, para que las energías bloqueadas en sus respectivos patrones de conducta puedan ser incluidas e integradas, permitiendo que la energía fluya más libremente en todo nuestro ser.
Cuando liberamos un bloqueo, es necesario colocar otra cualidad vibratoria en las áreas liberadas para que ocurra un cambio real.
Con el contacto de la energía de nuestra individualidad podemos encontrarnos con áreas liberadas produciendo cambios de actitudes y crecimiento personal.



El proceso de healing y sus estructuras básicas:

Nuestro campo energético engloba el cuerpo físico, el etérico, el emocional, el mental y el espiritual. La salud del cuerpo físico depende del fluir de la energía en varias dimensiones del ser, el cuerpo etérico tiene un papel importante en este proceso. El cuerpo físico y el cuerpo etérico son interpenetrantes, el etérico hace de puente entre el cuerpo físico y el sutil.
Las dimensiones espirituales necesitan físico para expresarse. Así tenemos que tomar nuestras estructuras más disponibles, relajando el etérico para conseguir mover la energía. Cuanto más logramos relajarnos, más nos acercamos a niveles profundos del etérico, liberando memorias o energías bloqueadas que pueden ser trabajadas e integradas, disponiendo así de más energía para ser ligada de forma constructiva en la vida.
El cuerpo etérico es un cuerpo de memorias y energías pránicas, no tienen control propio y tiene un reservorio de energía que puede ser usado por todas nuestras dimensiones.
El cuerpo etérico tiene corrientes de energía que están presentes desde la concepción y conecta áreas diferentes del cuerpo físico y el sutil.




Estas corrientes tienen sus movimientos condicionados por los pensamientos y sentimientos directamente relacionados con los estados de salud del individuo.
Las corrientes etéricas son normalmente controladas por el cuerpo emocional, en sus repeticiones o vicios emocionales que forman el ego.
Los chakras son centros del cuerpo físico y del etérico que mueven mucha energía pránica, un cuantum de energía que ayuda al progreso y desarrollo de la apretura de la conciencia. Ellos mantienen la vida de nuestro cuerpo físico, en cuando más desbloqueados estén más vitalidad y posibilidad real de expresión tienen las personas.
Los siete chakras principales tienen un significado importante en el uso de la energía. Los tres chakras inferiores (raíz, hara, plexo) son de extrema relevancia para comprender a los otros tres chakras superiores (garganta, pineal y coronario) todo lo que sucede en los chakras inferiores se refleja en los superiores. El chakra cardíaco se encuentra en el medio, balanceando este movimiento, está fijado a nuestros sentimientos y es el que nos da la dirección de lo que es verdadero para nosotros y es también el primer chakra que nos da contacto con nuestras cualidades espirituales.
El movimiento de balanceo o equilibrio energético entre el chakra de la raíz, el cardíaco y el pienal es fundamental dentro del proceso de healing.
El chakra de la raíz tiene una relación con la base de la vida física, con todo lo que hacemos en el día a día, trabajo, familia, relación con las personas y en el ambiente en donde nos desenvolvemos, etc.
En el proceso de desenvolvimiento energético es necesario responsabilizarse sobre lo que creamos en el cuerpo físico (raíz) vinculado al chakra cardíaco.
Es preciso ver que nuestro hacer está vinculado a nuestros sentimientos profundos.Si estamos siendo coherentes, se producirá un equilibrio entre el chakra de la raíz y el chakra cardíaco, lo cual abrirá un camino hacia la base de la espiritualidad. Esta base está relacionada con el chakra de la pineal que es un área de percepción y síntesis, de discernimiento de dirección de la vida.Estos tres movimientos nos dan la posibilidad de combinación e integración para promover una coherencia entre el sentir y el pensar.
Estos tres chakras (raíz, cardíaco, pineal) están relacionados a tres polaridades conectadas con la tierra. La estructura de las polaridades ejerce una influencia en el movimiento de nuestro campo energético, en nuestro equilibrio emocional y en nuestra expresión. Tenemos también las polaridades verticales, relacionadas al movimiento del lado derecho e izquierdo del cuerpo y el movimiento central relacionado a la columna vertebral.
Existe un constante cambio de energía entre estas seis estructuras, en tanto los movimientos de las polaridades horizontales estén más equilibrados, lo mismo ocurrirá con nuestras polaridades verticales.
La armonización del todo se produce cuando un movimiento central permite el fluir de nuestras cualidades espirituales en el columna vertebral, y a su vez esto ocurre cuando un movimiento más equilibrado entre las polaridades produce una apertura en el chakra cardíaco, posibilitando así el inicio del desenvolvimiento espiritual de la persona. Como podemos ver el chakra cardíaco tiene un papel importante dentro del movimiento de nuestro campo energético. Es el centro hacia donde todo converge, funciona como un halo entre nuestras diferentes dimensiones y estructuras, balanceando, equilibrando y haciendo síntesis.
En el contacto del chakra cardíaco con nuestros sentimientos podemos profundizar la percepción de diversas dimensiones, con todo lo que ellas contienen. Este centro de energía, el chakra cardíaco, funciona como un puente entre la expresión de nuestras cualidades espirituales y el nivel físico, y está profundamente vinculado a nuestras individualidades.
La individualidad es un área de cúmulo energético localizada en el cuerpo de la mente, más o menos a unos 40 o 60 cm arriba de la cabeza, ligada al movimiento de nuestras cualidades espirituales. El contacto con el área de la individualidad es esencia para el proceso de healing, porque nos da el soporte para ir a contactar con algunas estructuras emocionales bloqueadas y posibilitar su expresión.
A través del movimiento de estas cualidades energéticas conseguiremos modificar la energía para llegar a niveles más profundos como el de la conciencia suprema (healing).
El cuerpo de la mente es delineado por el chacra cardíaco y el área de la individualidad. Es una estructuras relacionada con el cuerpo espiritual a un estado progresivo de la conciencia. Contiene nuestras creencias y las cualidades esenciales, abarca todas las expresiones de nuestro ser. Estas dimensiones son dirigidas por nuestra individualidad, que tiene los instrumentos para controlar, transformar y purificar la energía de nuestros niveles más profundos. A partir del contacto con el cuerpo de la mente, podemos promover el movimiento de energía en healing.
La práctica de meditación permite un proceso a través de lo que nos vamos nutriendo en el contacto con dimensiones cada vez más progresivas en nosotros. El  healing constituye por lo tanto un abordaje de desenvolvimiento personal, donde procuramos combinar todos los movimientos de nuestro campo energético, armonizar e integrar a varias estructuras contenidas en los diversos niveles de nuestra conciencia, educando a nuestro movimiento energético, para que nuestra individualidad se manifieste. Es un proceso de continuo crecimiento y transformación que nos ayuda y nos rescata, acrecentando nuestras libertades, a través del encuentro con nuestras verdaderas expresiones y posibilitando el ejercicio de nuestro potencial creativo con nosotros mismos y en relación con los otros.
>El healing es por lo tanto una forma de vivir y de estar en el mundo.





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